Así lo ha anunciado César Pascual, director de Coordinación de la Asistencia Sanitaria de la Consejería de Sanidad de Madrid, tras el acuerdo alcanzado con el Colegio Oficial de Farmacéuticos de Madrid (COFM).
En un principio iban a ser dos, pero finalmente son tres los medicamentos de diagnóstico hospitalario (pegvisomant, anagrelida y deferasirox) que volverán a dispensarse en las oficinas de farmacia. Pegvisomant está indicado para el tratamiento de pacientes adultos con acromegalia que no hayan respondido de forma adecuada a tratamiento con cirugía y/o radiación y en los que un adecuado tratamiento médico con análogos de la somatostatina no haya normalizado las concentraciones del factor de crecimiento insulínico tipo I (IGF-I) o no haya sido tolerado, según indica la Agencia Europea de Medicamentos (AEM). La anagrelida se usa para reducir el número de plaquetas en sangre en personas con trastorno mieloproliferativo, tales como trombocitemia esencial. El deferasirox se emplea para tratar el exceso de hierro en personas que han recibido una gran cantidad de transfusiones de sangre.
Esta decisión, ha sido fruto del trabajo desarrollado por la Comisión Científico-Técnica constituida por la Consejería y el propio COFM, que aún continúa evaluando otros 269 medicamentos y 65 principios activos que se clasificaron como medicamentos con reservas singulares para restringir su dispensación a los servicios de farmacia de los hospitales.
Sin embargo, hasta que los pacientes puedan adquirirlos en las farmacias tendrá que pasar tiempo, ya que, como ha destacado a CF, es necesario pasar el correspondiente trámite administrativo hasta que se apruebe la resolución. Esto será, en principio, en diciembre de este año. Eso sí, estos fármacos tendrán asociado un copago, como ha anunciado el director de Coordinación de la Asistencia Sanitaria de Madrid
Proyectos de futuro
Los representantes de la Consejería y el COFM destacaron el buen ambiente de colaboración entre ambas instituciones para aportar más valor a los pacientes. Además, animaron a continuar poniendo en marcha nuevos servicios profesionales que aporten valor al Sistema Nacional de Salud y a estudiar formulas de remuneración de estos servicios una vez quede demostrado el ahorro que aportan. Por ejemplo, se está estudiando la posibilidad de que los farmacéuticos puedan administrar vacunas con el fin de lograr mayores tasas de inmunización entre la población diana.
