Con motivo de la implantación del ‘capping’ o tope de copago de los pacientes en las farmacias de Castilla-La Mancha el próximo 1 de mayo, el COF de Ciudad Real ha formado a sus colegiados con tres talleres que ha presentado Francisco Izquierdo Barba, presidente del COF.
Así, los farmacéuticos de Ciudad Real han estudiado la adaptación que deben seguir sus sistemas informáticos para que los pacientes no abonen más dinero en el momento que alcanzan el tope de la aportación que les corresponde.
Estas jornadas han contado con la presencia de responsables de las empresas informáticas que comercializaban los programas Unycop, Farmatic y Farmagest, con los que operan las farmacias ciudadrealeñas, para explicar a los farmacéuticos el manejo de los mismos ante la entrada en vigor del tope del copago y la necesidad, por tanto, de convertir en receta electrónica la receta hasta ahora manual.
“Los farmacéuticos tendrán, entre otras cosas, que convertir en electrónicas las recetas manuales, un procedimiento que ha requerido afrontar una actualización de los sistemas informáticos de las farmacias de Ciudad Real”, ha señalado Francisco Izquierdo.
Automatización del exceso de copago
Tal y como han hecho ya otras comunidades autónomas como Extremadura, Valencia, Cantabria o Galicia, Castilla-La Mancha ha implantado un sistema de limitación automática para que, en el momento de la dispensación, el pensionista que no siga pagando si ha llegado a su tope legal, poniendo fin al copago. El objetivo de revertir el sobrecoste que soportan estos pacientes por el exceso de aportación que pagan por sus medicamentos.
El Real Decreto-Ley 16/2012 convirtió a los pensionistas en ‘financiadores’ del sistema sanitario regional. Por ejemplo, en el mes de septiembre, el SESCAM tuvo que devolver a 96.598 usuarios un total de 693.929,68 euros en concepto de copago farmacéutico. Con esta nueva norma, los pensionistas no tendrán que pagar más, una vez que lleguen a su tope legal.