El Colegio Oficial de Farmacéuticos de Guipuzcoa, ha informado de una investigación realizada por el doctor de la UPV/EHU Juan Uriarte García-Borreguero, sobre el impacto de la intervención farmacéutica en la salud comunitaria. Concretamente, su tesis se ha centrado en la contribución de la intervención del farmacéutico en la deshabituación tabáquica desde el punto de vista de los tratamientos farmacológicos aplicados en las oficinas de farmacia.
El estudio contó con la participación de 28 farmacias y 71 personas con interés por dejar de fumar, y que se dividieron en dos grupos: por un lado 34 personas en un grupo de control, y por otro 37 en un grupo de intervención. Se les realizaron unos cuestionarios básicos sobre motivación, calidad de vida y dependencia a la nicotina.
Las farmacias participantes hicieron un seguimiento y control y al grupo de intervención además le dotaron de una guía con consejos, un glosario de medidas de educación sanitaria y un conjunto de medidas conductuales para afianzar la deshabituación psicológica.
Resultados de adherencia
Gracias a la aplicación del programa ‘Ezerre’, el porcentaje de adherencia al tratamiento fue superior al alcanzado entre los pacientes que solo se sometieron al control, sin intervención farmacéutica, y superior igualmente a los resultados de programas anteriores. La tasa de éxito fue 4 veces superior entre las personas del grupo atendido por las farmacias que aplicaron la intervención y disponían del paquete de herramientas.
A juicio del investigador, «la farmacia es un recurso poco explotado para el desarrollo de programas de salud pública y puede constituir un instrumento útil para controlar y mejorar la continuidad de los tratamientos a largo plazo, sobre todo en el caso de enfermedades crónicas. En los países desarrollados la adherencia a estos tratamientos está por debajo del 50%, mientras que en los países en vías de desarrollo las tasas son aún menores».
