España ocupa una de las primeras posiciones de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) en cuanto al ratio de farmacias por habitantes, siendo éste de 47,3 establecimientos por cada 100.000 habitantes, casi el doble de la media (25,1) del resto de países.
Así ha quedado reflejado en la nueva edición del «Observatorio del Medicamento», publicación de la Federación Empresarial de Farmacéuticos Españoles (FEFE) la cual anima a las administraciones sanitarias a contener la apertura de nuevas farmacias en favor de la viabilidad de las farmacias ya establecidas, instando a las comunidades autónomas que estén modificando sus leyes de ordenación farmacéutica, o tengan previsto hacerlo, a que tengan muy presente esta situación.
Tras España, el país con más farmacias por habitante es Japón (45 por cada 100.000 habitantes), seguido de Bélgica (43,9), Corea del Sur (41,8), Irlanda (37,5), Polonia (35,7), Francia (34) y Turquía (31,5)
Por otro lado, en cuanto al número de farmacéuticos ejercientes por 100.000 habitantes, España se sitúa en el quinto lugar, tras Japón, Finlandia, Bélgica e Irlanda, cuestión que la patronal considera “un signo del vigor de la profesión farmacéutica y los servicios que ofrece a la sociedad”
Además, en relación a los datos de consumo de medicamentos relativos al pasado mes de julio, la patronal destaca que el mercado continúa su recuperación, tanto en el mercado financiado como en el privado, con un crecimiento en términos anuales del mercado financiado que alcanzó ese mes los 312 millones de euros.
La evolución del consumo de recetas, como indicador de la demanda, es perfectamente comparable con el año anterior, donde se ha producido un aumento respecto al mismo mes del año anterior de 1,07 millones de recetas. La demanda de medicamentos continúa normalizándose respecto al año 2012 y en el acumulado interanual, respecto a 2016, se ha producido un incremento de 11,5 millones de recetas.
Así pues, todo indica la contención en cuanto a la apertura de nuevas farmacias, que unida a la notable recuperación del sector, auguran una estabilidad y un prometedor futuro a la farmacia comunitaria española, además de una situación aún más favorable para el traspaso de farmacias.