El Ministerio de Sanidad, Consumo y Bienestar Social celebró esta semana la III Jornada de Buenas Prácticas en el Sistema Nacional de Salud. Un acto en el que se reconocieron 40 buenas prácticas distinguidas con el sello del Consejo Interterritorial entre un total de 117 candidaturas recibidas, las cuales -según la ministra María Luisa Carcedo-, suponen aportaciones «para avanzar, mejorar y plantear nuevos retos al Sistema Nacional de Salud». Entre las comunidades autónomas distinguidas por Sanidad con estos premios están Comunidad Valenciana, Madrid, La Rioja, País Vasco, Aragón, Cataluña, Andalucía, Canarias, Galicia, Asturias, Castilla y León, Extremadura y Murcia.
Para el reconocimiento de las iniciativas se han creado varias categorías: ‘Actuaciones sanitarias para la prevención y detección precoz de la violencia de género en el SNS’; ‘Estrategias de Cardiopatía Isquémica’; ‘Estrategias de cuidados paliativos’; ‘Estrategias de diabetes’, y ‘Estrategias para el abordaje de la cronicidad’; ‘Estrategias de promoción de la salud y prevención’.
La metodología común de buenas prácticas se comenzó a gestar, recuerdan desde el Ministerio, en la Comisión contra la Violencia de Género, fue aprobada por el Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud en marzo de 2013. Desde entonces, se han realizado cinco convocatorias periódicas de recogida de buenas prácticas, en las que, además de la violencia de género, se han abarcado 11 estrategias de salud pública: desde enfermedades raras, cáncer, diabetes, atención al parto o cardiopatía isquémica, entre otras.
En total, en este tiempo se han recopilado 265 buenas prácticas que conforman «un catálogo común de experiencias exitosas, transferibles y replicables que», según Carcedo, «han supuesto la posibilidad de contar con una comunidad de aprendizaje y conocimiento compartido». «Conocer más multiplica el valor del Sistema Nacional de Salud», añadió, y aseguró que «el impulso, reconocimiento y transferencia de buenas prácticas en el sector público es una estrategia de enorme utilidad para la mejora continua de los servicios».
Precisamente, Carcedo opinó durante su discurso que una sociedad avanzada no se mide solo por sus indicadores económicos, sino por la calidad de sus servicios públicos. «Una prioridad para el Gobierno de España desde que comenzó la legislatura» dijo. Y es que, el nuevo Ejecutivo arrancó con «la convicción de que conservar y mejorar lo público redunda en el bienestar de la mayoría de la ciudadanía», entendiendo este como «garantía de derechos e instrumento de cohesión social».
La identificación y difusión de prácticas innovadoras que refuercen la calidad del sistema sanitario público implican, a su juicio, un avance en el camino hacia la excelencia, un camino en el que consideró indispensable «el esfuerzo y el compromiso diario de los profesionales» sanitarios.
