Dando continuidad al documento de 2013 que plasma las directrices de la Organización Mundial de la Salud (OMS) y la Federación Internacional Farmacéutica (FIP), el Consejo General de Colegios Oficiales de Farmacia (CGCOF) ha publicado cuatro nuevos procedimientos relativos a Buenas Prácticas en Farmacia Comunitaria.
El documento impulsa entre los farmacéuticos una sistemática de trabajo más comprometida con el Sistema Nacional de Salud (SNS). Su objetivo es la normalización de la práctica farmacéutica, poniendo a disposición de los farmacéuticos comunitarios directrices, guías y procedimientos para que, con independencia del lugar en el que ejerzan, puedan ofrecer una asistencia sanitaria y unos servicios de calidad, eficientes y que respondan a las necesidades de la sociedad.
Objetivos en la farmacia comunitaria
- Adherencia terapéutica: Alrededor del 50 por ciento de los pacientes crónicos no toma los medicamentos prescritos. Para solucionar este problema de primera magnitud según la OMS se plantean los objetivos de maximizar la efectividad y seguridad del tratamiento, optimizar los recursos sanitarios, fomentar la educación sanitaria en la sociedad y registrar la intervención personal.
- Dispensación a través de sitios web: Tratándose de medicamentos no sujetos a receta médica, el objetivo es garantizar el acceso a través de webs de farmacias comunitarias, y su entrega en condiciones óptimas de acuerdo a la normativa legal vigente. Se debe asegurar que la dispensación se realiza con la intervención de un farmacéutico y tener la seguridad de que el paciente conoce el proceso de uso del medicamento.
- Formulación magistral: En aquellos casos en los que es necesario disponer de opciones terapéuticas individualizadas para pacientes concretos, es el farmacéutico el único profesional capacitado para llevarla a cabo.
- Problemas de suministro: Siendo el correcto abastecimiento de medicamentos un elemento esencial para lograr una asistencia sanitaria de calidad, el CGCOF dispone de un Centro de Información sobre el Suministro de Medicamentos (Cismed) en el que participan 5000 farmacias españolas y permite detectar en tiempo real situaciones generalizadas de suministro irregular de medicamentos y dotar a los farmacéuticos de información sobre la disponibilidad.
