Tras Madrid, Castilla y León y, más recientemente, Castilla-La Mancha, -como publicamos en PFARMA– ahora Cataluña ha empezado el pilotaje de su red de farmacias centinelas, a través del cual 22 farmacias barcelonesas trabajarán conjuntamente para aportar información sobre incidentes de seguridad relacionados con el uso de los medicamentos, para monitorizar el abuso o el uso recreativo y para obtener datos que se puedan integrar en sistemas de vigilancia de otros profesionales sanitarios.
Esta información de primera mano ayudaría a planificar actuaciones específicas de mejora en el uso de los medicamentos en Cataluña, a través de estrategias de actuación coordinadas entre las instituciones sanitarias y colegiales. Asimismo, la constitución de esta red estable de farmacias centinelas permitirá obtener datos válidos generados por la propia dinámica asistencial y que se podrán integrar en el sistema de vigilancia epidemiológica, facilitando una respuesta más eficaz de los servicios de salud pública.
Red de farmacias centinela
Este proyecto ha sido impulsado por el Consejo de Colegios Oficiales de Farmacéuticos de Cataluña y el departamento de Salud de la Generalitat, en coordinación con el COF de Barcelona. Las farmacias centinelas participantes en esta fase inicial intervendrán en el marco de tres grandes áreas de actuación: la farmacovigilancia, detección y el registro de la sospecha de abuso o uso desviado de medicamentos con una finalidad no terapéutica y la vigilancia de determinadas enfermedades, que se llevará a cabo una vez haya acabado la prueba piloto.
Esta prueba, que durará hasta diciembre, se extenderá posteriormente a toda Cataluña. En concreto, se estima que una red de boticas centinela tendría que vigilar entre un 2 y 3 por ciento de la población, garantizando criterios de equidad territorial y representatividad.