El presidente del Colegio Oficial de Farmacéuticos de Madrid (COFM), Luis González Díez, defendió en la Real Academia Nacional de Farmacia (RANF) el papel del farmacéutico como agente de salud y su compromiso para mantener y mejorar la salud de los ciudadanos. Aunque la terapia con medicamentos es la práctica más utilizada, el papel del farmacéutico como agente en salud se extiende “más allá del tratamiento farmacológico”, afirmó González Díez.
En este sentido, “es importante que el farmacéutico conozca su papel y lo ejerza potenciando la responsabilidad de sus pacientes en el cuidado de su salud”, subrayó. El farmacéutico de oficina de farmacia se encuentra en una situación óptima para realizar las actividades de promoción de la salud y prevención de la enfermedad, ya que dispone de la posibilidad de una comunicación y acceso a la población más cercano que otros profesionales sanitarios.
Informar y educar a los pacientes
Desde la farmacia se puede informar y educar a los usuarios con el fin de disminuir los factores de riesgo y modificar sus comportamientos en sentido favorable a la salud. Según el presidente del COFM, la prevención es una actividad esencialmente sanitaria, que incluye intervenciones como los cribados, las vacunas y el consejo sobre factores de riesgo, y está enfocada a evitar la enfermedad.
En este sentido, el farmacéutico está en condiciones de promover el uso racional de los medicamentos, combatir el tabaquismo, la hipertensión o el sobrepeso, realizar cribados para conseguir diagnosticar precozmente la infección por VIH o el cáncer de colon, aconsejar sobre fotoprotección, higiene bucodental, dar información y recomendaciones en vacunación o colaborar en programas de alto impacto social como el de reducción de daños para personas con
drogodependencia. Esto ayudaría a reducir el número de readmisiones hospitalarias, mejoraría la adherencia a los tratamientos o fomentaría el seguimiento de dietas alimenticias.
Luis González Díez resaltó también el papel de los colegios profesionales en este proceso a la hora de garantizar una formación continuada y establecer convenios de colaboración con la Administración, entidades sanitarias o asociaciones de pacientes, como herramientas esenciales de las que disponen las corporaciones para desarrollar e impulsar esta misión del farmacéutico.