Entre el 2 y el 3% de las mujeres registran hipotiroidismo leve durante el embarazo, lo que significa que generan bajos niveles de hormonas tiroideas. Los fármacos comunes de levotiroxina para aumentar los niveles de la hormona tiroidea en mujeres embarazadas podría reducir el número de mortinatos, cesáreas tempranas y bebés con bajo peso, tal y como afirma un nuevo estudio que se ha presentado en la Conferencia Anual de la Sociedad de Endocrinología en Brighton, Reino Unido.
Científicos de la Universidad de Cardiff, en Reino Unido, investigaron si las mujeres embarazadas con hipotiroidismo leve y sus bebés también se beneficiarían del tratamiento con levotiroxina. Combinaron datos de un estudio de cribado de tiroides y los vincularon a datos clínicos recogidos rutinariamente para estudiar el efecto de corrección de la función tiroidea en los resultados obstétricos.
Los investigadores analizaron a más de 13.000 mujeres que estaban embarazadas entre las semanas 12 y 16, de las cuales 518 tenían hipotiroidismo leve. De éstas, 263 mujeres recibieron levotiroxina y el resto no siguió tratamiento alguno. Evaluaron los resultados del embarazo de las mujeres midiendo las tasas de muerte fetal, el parto prematuro, el tiempo de permanencia en el hospital, el peso al nacer y el número de cesáreas tempranas.
Los resultados
Encontraron que las mujeres con hipotiroidismo leve tratadas con levotiroxina presentaban un menor riesgo de dar a luz a bebés de bajo peso y también eran menos propensas a sufrir una cesárea temprana. Sin embargo, las mujeres no tratadas con hipotiroidismo leve registraban más probabilidades de tener una muerte fetal que aquellas con función tiroidea normal -aunque no hubo muerte fetal en el grupo tratado-. A pesar de ello, no hubo diferencias significativas entre los otros resultados obstétricos o cuando todos se combinaron los resultados.
Aunque se necesitan más ensayos para confirmar estos hallazgos, Peter Taylor, autor principal del estudio, cree que se podrían encontrar beneficios más importantes tratando a las mujeres embarazadas en una etapa más temprana que la utilizada en este estudio. «Nuestro trabajo plantea la posibilidad de proporcionar beneficios reales por usar un tratamiento seguro, barato y bien establecido simplemente extendiéndolo al número de mujeres embarazadas que tratamos», ha afirmado.