El Colegio Oficial de Farmacéuticos de Madrid (COFM) ha celebrado un seminario sobre el virus del Zika donde se informó del nuevo riesgo emergente de salud salud pública que supone esta infección y el uso de repelentes en población expuesta como medida preventiva. El acto, organizado a través de la Vocalía de Salud Pública del Colegio, tuvo lugar en el salón de actos de Cofares y contó con la participación de cerca de 80 colegiados.
Durante el seminario impartido por Maria José Sierra Moros, jefe de Área del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias del Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad, se informó sobre el estado actual de la propagación de la infestación, la sintomatología y las características básicas de la infección y su mecanismo de transmisión.
En España se han diagnosticado a día de hoy 25 casos y, hasta el momento, no se ha identificado la presencia del principal vector transmisor del virus, el Aedes aegypti, si bien la extensión de Aedes albopticus (mosquito tigre) por la franja mediterránea hace necesaria la adopción de mecanismos de protección ante el temor de la posible aparición de transmisión autóctona.
Por un lado, Covadonga Caballo Diéguez, coordinadora de la Subdirección General de Sanidad Ambiental y Salud Laboral del Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad, abordó la normativa vigente sobre autorización de productos repelentes e insecticidas, los procesos de evaluación de riesgos y los principales biocidas que se pueden utilizar tanto como repelentes de aplicación en humanos, actualmente inscritos en el Registro que dispone la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios, y los insecticidas de uso ambiental de utilidad frente a la proliferación de larvas, como mecanismo fundamental para evitar la extensión del mosquito.
Mientras que Rosalía Gozalo Corral, vocal de Dermofarmacia y Productos Sanitarios del COFM, expuso la necesidad del uso correcto de los repelentes y el valor del consejo farmacéutico.
Los ponentes destacaron la importancia de adoptar mecanismos de prevención precisos y eficaces para evitar la expansión de esta infección, la necesidad de información sobre el uso correcto y preciso de repelentes y la importante labor que puede ser desempeñada desde oficinas de farmacia como informadores acerca del problema, así como de los repelentes más adecuados en cada caso.