Las nuevas tecnologías invaden ya nuestra vida tanto personal como profesional. Éste es el caso de los robots que llevan presentes en las farmacias españolas desde hace una década. Éstos mejoran la gestión del medicamento, facilitan y reducen las tareas del usuario y optimizan el aprovechamiento del espacio destinado a almacén.
El objetivo es que los farmacéuticos puedan estar más tiempo con los pacientes, y así mejoren las prestaciones y, a su vez, la calidad de vida de los usuarios de farmacia. El mercado de Consumer Health pretende potenciar la venta de farmacias y el tiempo destinado a cada cliente para conocer más a fondo sus necesidades. Y es que ahora los usuarios buscan cada vez más servicios individualizados y respuestas personales a sus inquietudes sanitarias.
“El reto fundamental que tiene hoy en día la industria farmacéutica es el de la accesibilidad. Esto viene dada por la presión de elementos como la macroeconomía, la demografía y la innovación. Desde hace tiempo se ha comprobado que la gestión del espacio comercial y la gestión por categorías son elementos esenciales para garantizar el crecimiento de la facturación”, ha explicado Javier Ellena, director general de la farmacéutica Eli Lilly España, Portugal y Grecia.
Si lo comparamos con la farmacia tradicional, el 80% de tiempo se destina a la búsqueda del medicamento, un porcentaje muy alto en cuanto a la relación con el paciente donde sólo se emplea un 20% del tiempo.
En este sentido, la automatización pretende ser el aliado de los farmacéuticos. Con los robots, las farmacias sustituyen las cajoneras o estanterías, reduciendo así el espacio necesario de almacenaje. El modo de funcionamiento es que los medicamentos se introducen dentro y éste, mediante su brazo mecánico, los va colando en sus baldas, por lo que también se ahorra tiempo en la colocación.
Para solicitar un medicamento, el farmacéutico sólo tiene que hacer la petición a través de un programa informático de la farmacia y automáticamente el robot lo recoge y se lo lleva al mostrador mediante un sistema de transporte, ya sea en espirales, cintas, rampas, etc. Así, el paciente nunca se queda solo y el farmacéutico le ofrece mayor atención y cuidado.