En plena campaña electoral, varios partidos políticos han defendido los beneficios que tiene para la sociedad el actual modelo farmacéutico. Todo ello para hacer frente al informe de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) que pretende liberalizar el sector y permitir la venta de medicamentos sin receta en supermercados y gasolineras.
PP, PSOE, Compromís y Ciudadanos han criticado esta propuesta durante la segunda jornada del XIII Congreso Nacional de la Federación Empresarial de Farmacéuticos Españoles (FEFE).
Durante el evento se han escuchado frases de los representes de dichos partidos como “no queremos un uso mercantilista del medicamento”, “esta propuesta infravalora uno de los mejores activos de nuestra farmacia que es la proximidad” o “el farmacéutico debe ser un miembro fijo en las comisiones de uso racional del medicamento y participar en la definición del proceso sanitario por su accesibilidad e importancia en la prevención y cronicidad”.
Por su parte, el Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad ha afirmado que abrir la venta de medicamentos a otro tipo de establecimientos comerciales que no sean farmacias “supondría un importante riesgo para la salud de los ciudadanos”, al no estar garantizada la asistencia profesional. Incluso, dice, que se podrían fomentar prácticas fraudulentas como la venta de medicamentos falsificados.
Según ha señalado el Consejo General de Colegios Oficiales de Farmacéuticos (CGCOF) el actual modelo español de farmacia cuenta con el consenso político y social. Los farmacéuticos han apoyado el modelo ya que supone que el 99% de la población tenga acceso a una farmacia en su lugar de residencia. Esto hace que España sea uno de los países europeos en el que más farmacias se abren al año.
Apoyos regionales
La Comunidad de Madrid considera que la profesionalización en la venta de fármacos es imprescindible para garantizar un buen servicio en la venta de productos y servicios de farmacia. Asimismo, el papel de agentes de salud de los profesionales de las oficinas de farmacia correría riesgo de perderse con las propuestas de la CNMC, con el consiguiente posible perjuicio para la salud pública.
Además, según el gobierno regional, la distribución de productos farmacéuticos a través de oficinas de farmacia con las condiciones actuales representa una garantía frente a las falsificaciones de fármacos, que pueden representar un peligro para la salud de los ciudadanos.
Los profesionales de las oficinas de farmacia de la región colaboran en numerosos programas y actividades sanitarias de la Consejería de Sanidad de la Comunidad de Madrid en el ámbito de la prevención, los pacientes crónicos, los pacientes polimedicados, las drogodependencias, la información sanitaria y un largo etcétera.