Un total de mil formatos de medicamentos han sufrido modificaciones desde 2012 en España. Con ello, el Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad pretende ajustar las dosis al tratamiento que necesita el paciente y así “racionalizar el uso de antibióticos en el país”, ha afirmado Alfonso Alonso, durante la conmemoración del Día Europeo para el Uso Prudente de los Antibióticos.
Además, durante el acto ha destacado la importancia de frenar la tendencia creciente de resistencias a antibióticos. La propagación de infecciones causadas por bacterias que son resistentes al tratamiento de antibióticos es una amenaza para la salud pública a nivel mundial pues, si se extendiera, impediría que se aplicaran avances como la cirugía compleja, los trasplantes de órganos o la administración de quimioterapia.
Para hacer frente a esta amenaza, España tiene un Plan estratégico de acción para reducir el riesgo de selección y diseminación de resistencias a antibióticos desde 2014 a 2018, con el nombre de Plan Nacional de Resistencia a los Antibióticos (PRAN). Este Plan se estructura en seis líneas estratégicas: la vigilancia, el control, la prevención, la investigación, la formación y la comunicación. Las 24 medidas y 84 acciones del plan han sido diseñadas desde una perspectiva integral para posibilitar un abordaje global del problema en el contexto de una «Única Salud» en el que confluyen la salud humana y la salud animal.
Según el Centro Europeo para el Control y Prevención de Enfermedades (ECDC) y la Agencia Europea de Medicamentos, cada año mueren en Europa 25.000 personas como consecuencia directa de infecciones por bacterias multirresistentes a los antibióticos, que además generan un impacto económico de 1.500 millones de euros. Si no se frena la tendencia creciente de este problema, en 35 años la cifra de muertes por esta causa podría alcanzar las 390.000 al año en Europa, unas 40.000 en España.