Tras la publicación del último informe de la Organización Mundial de la Salud (OMS) donde afirmaban que la carne procesada como las salchichas, hamburguesas o embutidos podía aumentar el riesgo de contraer cáncer, la alarma social saltó entre los consumidores.
Otro informe realizado por la Agencia Internacional de Investigación sobre el Cáncer (IARC) clasifica las carnes procesadas como un carcinógeno del Grupo 1, equiparándolo al tabaco, el amianto y el humo del diesel, debido a los compuestos químicos como la nitrosaminas que utilizan durante el procesado de la carne. El EPIC alertó ya en 2013 del riesgo de la utilización de estos productos que se utilizan para evitar la contaminación bacteriana en la carne, según apunta el Colegio Oficial de Farmacéuticos de Madrid (COFM) en su blog.
Ahora, la agencia ha abierto un debate sobre el riesgo de las dietas que abusan de carne. El organismo afirma que por cada 50 gramos de carne procesada consumida diariamente, el riesgo de cáncer colorrectal aumenta un 18%, por lo que aconseja un consumo moderado de carne.
Por su parte, la Sociedad Española de Endocrinología y Nutrición (SEEN) cree que este informe no supone ningún cambio en las recomendaciones nutricionales de nuestra sociedad, ya que lo importante es hacer una dieta variada, equilibrada y mediterránea. No todos los efectos de la carne roja son nocivos, la sociedad científica destaca también sus beneficios nutricionales por su contenido en proteínas de alto valor biológico, hierro, zinc y vitaminas del complejo B.
En España, el consumo medio per capita de carne es de 51 kilos al año, lo que supone 139 gramos diarios, según el informe anual sobre alimentación de 2014. Este nivel es muy elevado, por lo que los nutricionistas recomiendan seguir la dieta mediterránea.
