Hoy en PFARMA hablamos con Alfonso Gómez-Caminero López, farmacéutico de 40 años, quien ha vendido una farmacia en Ciudad Real y ha comprado otra en la localidad de Llanos del Caudillo. Farmacéutico de vocación, Alfonso estudió la carrera en la Universidad de Granada, sobre la que critica la falta de especialización. Formación en gestión, merchandising, marketing o atención farmacéutico deberían ser, a su juicio, habilidades imprescindibles de adquirir en la carrera. “No todo el mundo quiere ser farmacéutico con oficina de farmacia, lo bueno sería que pudiéramos especializarnos en lo que cada uno quiere dedicarse”, añade en esta entrevista.
¿Siempre ha sido tu vocación de ser farmacéutico con oficina de farmacia?
Yo solo he querido tener mi propia farmacia, me gusta mucho el trato con la gente y hacer atención farmacéutica. Desde muy pequeño ya me gustaba ayudar a los demás, no quería ser médico así que pensé en farmacia porque dentro de la rama sanitaria era una buena forma de estar cerca de la población.
¿Llevabas mucho tiempo esperando cumplir este sueño? ¿Trabajaste primero como adjunto?
No, nada más terminar la carrera compré una oficina de farmacia en un pueblo muy pequeñito de Jaén y estuve encantado esos casi nueve años. Después me fui a Ciudad Real y ahora estoy en Llanos del Caudillo. Concretamente llevo tres farmacias en 15 años.
Y ahora, ¿por qué se ha decantado por la farmacia en Llanos del Caudillo?
Está más cerca de mi casa, creo que es una buena oportunidad. PFARMA me asesoró muy bien, espero que todo salga bien. Yo soy un farmacéutico muy rural porque me gusta dedicar a la gente el tiempo que realmente necesiten. Llano del Caudillo cuenta con 800 habitantes y sólo tiene esta farmacia, la cual abrimos el 27 de enero.
¿Cómo conociste a PFARMA y por qué escogiste sus servicios?
Conocí a PFARMA el verano pasado, realmente ha sido una experiencia muy positiva. Son personas muy sinceras, han llevado el proceso de una forma muy correcta, con mucha discreción. Me gusta mucho cómo trabajan, siempre están pendientes tanto del comprador como del vendedor en cualquier momento y a cualquier hora.
¿Qué requisitos debía reunir la farmacia que buscaba?
Realmente no tenía un perfil muy claro de la farmacia que buscaba, sobre todo que se adecuara económicamente y, si pudiera ser, que estuviera libre de guardias y cerca de mi casa. Al final la farmacia está ubicada a 40 km, todo autovía y abrimos a las 10:30 de la mañana. Además, contamos con una técnico del pueblo.
¿Recomendaría los servicios de PFARMA?
Por supuesto, yo antes era muy reacio a este tipo de empresas pero el trabajo que han hecho en la compraventa ha sido muy positivo para mí. Yo recomendaría a la gente que está en mi situación que por lo menos les diéramos a oportunidad a este tipo de empresas para que pudiéramos valorarlas por el verdadero trabajo que realizan, mientras tú te olvidas de todo.
¿Cree que la gente se acostumbra a estar en su farmacia y no la cambia hasta que se jubila? ¿Su caso es algo excepcional?
En mi caso, es la tercera farmacia que compro en 15 años. La gente piensa que soy valiente, yo no me considero valiente por cambiar de farmacia. Hay que valorar objetivamente los pros y los contras, si estás contento profesionalmente o no y a partir de ahí decidir. Aunque existe gente que no tiene intención de crecer y no analiza este tipo de cosas. Sin embargo, el mercado se está moviendo, en 2015 se han realizado muchas más transacciones de farmacia que en 2014.
Ahora que ya tiene una nueva farmacia, ¿qué le diría a la gente que todavía está indecisa en comprarla?
No puedo ser muy objetivo porque mi sueño siempre ha sido ser farmacéutico con oficina de farmacia pero les diría que valorasen tanto la parte profesional como la personal. Si creen que van a estar a gusto y van a poder conciliar la vida familiar con la profesional, les animo a que den el paso porque creo que somos un factor bastante importante para la población. La gente tiene mucha estima a los farmacéuticos que están trabajando al pie del cañón todos los días.